¿Cómo realizar una limpieza de las tuberías?

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8 de agosto de 2017

Las instalaciones de agua pueden intervenirse por los mismos usuarios, siempre y cuando sean acciones en incidencias pequeñas y que no perjudiquen tuberías y otros componentes. Si desea saber cómo realizar una limpieza de las tuberías, ha de tener en cuenta que estas intervenciones deben producirse en lugares próximos a la incidencia que afecta a la tubería, por tanto en instalaciones con sumidero u otras accesibles, como los WC. Las tuberías pueden limpiarse a través de fregaderos, lavabos, etc. Para realizar un trabajo adecuado, hay que mezclar agua caliente con sal, bicarbonato y vinagre.

El trabajo ha de realizarse en instalaciones secas, con el sumidero accesible y sin restos de agua. Es preciso echar medio vaso de bicarbonato por el sumidero de la pila, lavabo, bañera... para posteriormente verter medio vaso de vinagre. La unión de los dos elementos producirá una efervescencia que será de gran valor contra la costra de suciedad que impide el normal funcionamiento de la instalación. Hay que esperar un tiempo no inferior a 15 minutos, tiempo tras el cual echaremos unos cuantos litros de agua hirviendo a la que se ha añadido un puñado de sal.

Con el agua salada se ultima este método para desatascar y limpiar tuberías. Pueden emplearse otros procedimientos, aunque en cualquier caso dependerán de la instalación afectada y de la gravedad de la incidencia. Las tuberías vinculadas a los WC pueden limpiarse mediante un desatascador casero realizado con una fregona y una bolsa de plástico. Esta deberá estar en buen estado, sin fisuras ni rotos de ningún tipo. Tras envolver bien el mocho en la bolsa, se procede a meter el mocho así preparado por el hueco del WC, haciendo un efecto de vacío y bombeando de abajo y arriba.

Los atascos y suciedad pueden desaparecer con estos métodos, aunque si no fuese así habría que comunicarse con especialistas cualificados.